Lo primero a considerar es que no hay una respuesta genérica aplicable a todas las empresas y hogares ya que la mejor tarifa es la que mejor se adapta a las características concretas de consumo en cada caso.
Por regla general, para hogares y particulares la mejor oferta es a precio fijo y en la mayoría de los casos el posible ahorro a obtener por una tarifa indexada no compensa asumir los riesgos derivados de las fluctuaciones del mercado.
En el caso de las empresas, hay que estudiar en detalle cada perfil concreto y analizar las dinámicas del mercado para decidir qué producto es el más idóneo en el momento de la contratación.
Para aclarar las ideas comencemos por el principio: entender cuáles son las características y diferencias del precio indexado y el precio fijo.
TARIFA DE LUZ CON PRECIO FIJO:
En este tipo de tarifa la comercializadora de energía oferta un precio fijo por cada kW consumido durante un periodo concreto de tiempo (normalmente uno o dos años). Como es una tarifa fija no contiene riesgos para el usuario que la contrata ya que no tiene variaciones derivadas de las condiciones del mercado.
La principal desventaja es que en caso de que baje el precio de la electricidad en el mercado mayorista, la persona con contrato a precio fijo estará abonando una tarifa por encima del valor del mercado.
TARIFA DE LUZ CON PRECIO INDEXADO:
En esta modalidad de tarifa lo que determina el precio de la electricidad es el mercado mayorista (Mercado Ibérico de Electricidad) en función de la curva de oferta y demanda. Los principales beneficios son que no se deben pagar primas de riesgo y que cuando el precio del mercado está a la baja se puede obtener un ahorro de hasta el 20% de la factura.
Las desventajas más destacables son que la persona/empresa que contrata se enfrenta a una gran volatilidad a causa de las variaciones del mercado energético. Y que es más difícil leer las facturas ya que son más complejas que las de tarifa a precio fijo.
¿De qué manera se puede reducir la volatilidad en la tarifa del precio indexado?
Para reducir la volatilidad existen tres vías:
Contratar una cobertura financiera denominada “cierre” que las empresas comercializadoras ofrecen para asegurar a sus clientes que no abonarán precios extremadamente altos.
Elegir la modalidad “pass pool” a través de la cual todos los costes adicionales (pagos por capacidad, desvíos, pérdida, etc) tienen un importe prefijado y el único concepto que varía es el precio de la energía.
Contratar la modalidad indexado con techo que ofrecen algunas comercializadoras en donde el precio máximo por kW tiene un tope e incluso si el valor de la electricidad supera en algún momento el valor máximo firmado al final del contrato se le abona al cliente la diferencia.
¿Cómo descubro cuál es la tarifa que más me conviene?
Lo imprescindible es realizar un estudio detallado de tus hábitos de consumo, entender las necesidades de tu empresa/hogar y analizar las opciones ofertadas por las comercializadoras en el momento concreto de la contratación.
Para ello cuentas con el asesoramiento gratuito del equipo de Efinergia que te guiará en todo momento.